Se trata de un novedoso tratamiento restitutivo ideal para pieles maduras que presenten signos de envejecimiento así como para pieles jóvenes con problemas de acné.
Consiste en la introducción de Plasma Rico en Plaquetas que se obtiene a partir de la propia sangre del paciente. Este plasma es tratado en un proceso que incluye el centrifugado de esa sangre con el fin de obtener un plasma rico en plaquetas.
Una vez finalizado este proceso de tratamiento del plasma (que dura unos 10 minutos), se aplica en la piel con microinyecciones en diferentes niveles y capas epidérmicas en función de cada paciente.
Este proceso provoca una estimulación de la auto-regeneración del ADN celular y con ello se consigue producir los elementos biológicos necesarios para reparar tejidos e incrementar la producción natural de colágeno y elastina, lo que lleva a conseguir un aspecto más joven del rostro restaurándose la vitalidad cutánea y recuperándose la consistencia elástica de la piel.